La luz roja que parpadea contra el metal corrugado es el complemento perfecto para las sirenas que suenan mientras la cámara busca la fuente de los gemidos que oímos. El que gime es Race Cooper, una delicia de piel oscura, de espaldas, y la ocasión es el puño de Sebastian Keyes en su culo. Además del culo saqueado de Race, vemos las plantas de sus pies levantadas y el contraste blanco del hombre desnudo que empuña el puño. Race aparta el saco de sus huevos y Sebastian coge más lubricante, usando sus manos enguantadas para provocar la aparición del capullo rosa granate oscuro de Race. Race levanta un pie hacia la cara de Sebastian, que le besa la planta y le lame los dedos como si fueran palitos de regaliz. Race se da la vuelta. Está medio erguido, de rodillas, con sus abdominales perfectamente iluminados. Se apoya en el pecho liso de Sebastian, que sigue bombeando con el puño derecho mientras envuelve el torso de Race con el brazo izquierdo. Sebastian acaricia la oreja de Race con su barba mientras Race dispara una carga al rojo vivo.