Este esclavo es sólo un juguete sexual. Atado en un cabestrillo, con los ojos vendados y su polla inútil encerrada en castidad. Los ritmos de la fiesta en curso en sus oídos, se deja follar duro como el infierno por un desconocido dominante. Su precum gotea de su polla y su culo se llena de una enorme carga, de semen en su interior. Para asegurarse de que nada gotee, su culo se asegura con un gran tapón antes de que este macho lo deje solo, listo para ser utilizado de nuevo.