Mickey Taylor, la gatita rebelde, tatuada y súper sexy, se embarca en una tórrida sesión de gimnasia con un deportista moreno buenorro. Inevitablemente, las cosas se le van de las manos y la rubia blanqueada, que lleva un suspensorio, se encuentra bombeando la polla del atleta mientras chilla como una cerda. Eres una gatita, zorra, acepta la sentencia: una ráfaga de golpes de polla en la bola. Sobreexcitados, los dos jóvenes machos se descargan por toda la cara.