Leo, un joven alemán pasivo y amante de los papás, se excita mucho cuando un hombre casado de Quadra le pide que vaya a su oficina durante la pausa del almuerzo para pasar por debajo del escritorio. Se tropieza con el hombre trajeado, se arrodilla y empieza a hacer su trabajo de cortabolas. El jefe le dirige perfectamente y le somete como necesita. Excitado por esta lechera motivada, se la folla sin reservas sobre su escritorio y la hace chillar. A Leo le encanta ser utilizado así por machos heterosexuales con las pelotas llenas. Seguro que volverá.
Valentin es un joven pasante motivado que aprende el trabajo en una empresa de ritmo rápido. Su objetivo es convertirse en un gran vendedor. Hoy, para cerrar su primer trato, usa sus encantos, su boca y su pequeño culo apretado para convencer a su cliente macho. ¡El pequeño sabe lo que quiere y lo conseguirá!
Un gerente de oficina recibe una distracción bienvenida cuando un repartidor le trae un par de consoladores masivos y una botella de lubricante. Deseoso de probarlos, el repartidor se convierte en su conejillo de indias...
Primer día en una empresa de reparto para Eric, un chico guapo de 28 años. Y qué sorpresa: sorprende a dos de sus colegas besándose. Al de abajo se lo follan a lo bruto, lo que le vuelve loco. Con las piernas abiertas en medio de las cajas, Eric está más perra que nunca y quiere que esa gran polla se hunda en su agujero. Sabe que va a ser creampado y eso le hace temblar de envidia. Se entregará para merecer su recompensa en el culo.
Dos hombres de negocios de gran éxito son poderosos y dominantes. Están acostumbrados a ser obedecidos y nadie les dice que no. Ni siquiera el repartidor que encuentran en el ascensor. Lo agarran, lo empujan a sus pies, le follan la cara y le toman el culo. Al repartidor le han asignado hoy una nueva tarea: chupar pollas y echar semen.